¿Haz hecho un favor al menos a unas tres personas que no conoces? ¿Acostumbras darles dinero a los indigentes? Más o menos esta es la premisa de la película protagonizada por Haley Joel Osment que cuenta con las coactuaciones de Helen Hunt y Kevin Spacey y que es dirigida por una mujer Mimí Leder. Y que en realidad es una adaptación de la novela de Catherine Ryan Hide
Esta historia trata de un niño de secundaria llamado Trevor que como proyecto de su clase de ciencias sociales, que es impartida por un Spacey, como siempre, soberbio en su actuación. De un profesor culto pero que tiene la cara quemada. El niño hace un proyecto donde cada uno tiene que hacer tres favores a tres desconocidos para que estos a su vez hagan lo mismo. La historia que cuenta con una subtrama de una Hunt alcohólica, madre soltera de Osment, que tiene 3 trabajos. Y que se ve agredida en su mundo y en su cotidianeidad cuando el niño mete a un indigente a su casa, encarnado por un Jim Caviezel irreconocible y quizás hasta un poco olvidable pero que mejor que un actor como el que es confusamente cristiano.
Sin decir más de la película, esta tiene un final shockeante, que seguramente logra lo que hace “el buen cine”, removerte las entrañas y provocarte la reflexión y ojala con esta semilla sembrada por la misma nos motive a empezar a cambiar el mundo. Sobretodo a los jóvenes que al igual que los niños no somos el futuro sino el presente de nuestras naciones.Lo que si me gustaría agregar es que al final el niño es visto como un héroe y al final quizás no sea tan posible de realizar la cadena de favores y suene hasta utópico pero hay que mantener siempre viva la esperanza en nuestros corazones. Y a mí lo que me importa es predicar con el ejemplo y transformar nuestro entorno como este niño y cambiar sino a los demás a nosotros mismos. Transmutando de forma de pensar. Modificando nuestras mentalidades